
Hyundai continúa apostando fuerte por su división deportiva N, esta vez aplicando su receta más extrema sobre el Ioniq 6, la berlina eléctrica de estilo aerodinámico que ahora suma una variante pensada para quienes buscan sensaciones deportivas sin renunciar a la movilidad cero emisiones. Así nació el nuevo Ioniq 6 N, que no solo impresiona por su diseño, sino también por su nivel de prestaciones.
A simple vista, el modelo disimula muy bien sus generosas dimensiones –supera los 4,90 metros de largo– gracias a una silueta fluida, una altura contenida y una amplia distancia entre ejes. Sin embargo, en esta versión N, las intenciones son aún más agresivas. El sector frontal incorpora un nuevo paragolpes con aletas laterales bien marcadas y un deflector activo en el centro, que no solo aporta presencia, sino que también contribuye al enfriamiento de la mecánica.
De perfil se destacan los faldones laterales específicos y un aumento de 3 centímetros en las trochas respecto al modelo estándar. Por su parte, en el remate posterior resalta un gran alerón que reafirma su carácter deportivo. El trabajo aerodinámico no es solo estético: el coeficiente de resistencia es de apenas 0,27 Cx.
A pesar de su enfoque prestacional, el Ioniq 6 N mantiene una notable cuota de funcionalidad. El baúl conserva unos 400 litros de capacidad y las plazas traseras cuentan con piso plano, amplio espacio longitudinal y un módulo con salidas de aire y tomas de carga.
Puertas adentro, el ambiente se torna mucho más deportivo. Se destacan los asientos específicos con el emblema N retroiluminado y, especialmente, un volante multifunción con acceso directo a los distintos modos de conducción. También hay levas tras el volante que, al igual que en el Ioniq 5 N, permiten activar el N-Shift, un simulador de caja secuencial que amplifica las sensaciones al volante. Afortunadamente y fiel a la promesa de la firma surcoreana, mantiene numerosos mandos físicos en el tablero.
Sin dudas, el gran diferencial del Ioniq 6 N está en su desarrollo técnico. La berlina fue profundamente revisada por los ingenieros de Hyundai N para ofrecer un rendimiento sobresaliente en tres frentes: agilidad en curvas, performance en pista y confort en el uso diario. Para ello, recibió suspensiones electrónicas ajustables y un centro de gravedad más bajo.
La mecánica está compuesta por dos motores eléctricos: uno delantero de 226 CV y otro trasero de 383 CV, que combinados entregan 609 CV y 740 Nm. Sin embargo, al activar el modo N Grin Boost, esa cifra asciende a 650 CV y 779 Nm, permitiéndole acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 257 km/h.
Para sostener este nivel de exigencia, Hyundai desarrolló un avanzado sistema de gestión térmica de la batería -de 84 kWh de capacidad- que se adapta automáticamente a distintos escenarios de conducción, reduciendo el tiempo de preparación y maximizando el rendimiento. La autonomía estimada -ya que por el momento no hay cifras oficiales- es de 469 kilómetros. Todo esto se completa con modos de conducción personalizables, vectorización de par en el eje trasero y el sistema N Drift Optimizer, que ajusta la respuesta al sobreviraje y facilita la conducción deportiva.
Luego de su presentación, se espera que las primeras unidades sean entregadas hacia fines de este mismo mes en Corea del Sur para después sí iniciar su expansión global. Por el momento, la llegada de la gama Ioniq a nuestro país sigue en estudio.