
En una decisión que marca el cierre de un capítulo clave en su historia reciente, Volkswagen confirmó que dejará de fabricar la Touareg en 2026, sin un reemplazo directo a la vista. El SUV más lujoso de la marca, concebido a principios de siglo como emblema de su incursión en el segmento premium, llega así al final de su ciclo comercial tras más de dos décadas en el mercado.
La Touareg debutó en 2002 como resultado de un ambicioso proyecto conjunto con Porsche -del cual también surgió el Cayenne- y fue uno de los máximos exponentes de la visión de Ferdinand Piëch, entonces CEO del Grupo VW. En esa etapa, la compañía apostó por posicionarse a la altura de marcas como Audi, BMW y Mercedes-Benz, sumando modelos como el sedán Phaeton a su portfolio.
Sin embargo, con un cambio de rumbo corporativo enfocado en eficiencia, volumen y electrificación, Volkswagen decidió redirigir sus recursos hacia propuestas más accesibles y rentables. El lugar de la Touareg será ocupado por el Tayron, un SUV de orientación más familiar y práctica, que debutará próximamente en el Reino Unido y otros mercados europeos. Aunque no iguala el nivel de sofisticación de su antecesor, el Tayron ofrece mayor flexibilidad de configuración, con versiones de dos y tres filas de asientos, motorización 2.0 TSI, tracción integral 4Motion y una capacidad de remolque de hasta 2.500 kg. Su propuesta apunta a un público más amplio, marcando una nueva etapa en la oferta SUV de la marca.
El plan de reestructuración también alcanza al portafolio eléctrico. Uno de los modelos que tiene los días contados es el ID.5, la variante coupé del ID.4. Lanzado en 2021 con especial foco en China, nunca logró consolidarse ni en ese país ni en Europa, superado en ventas y popularidad por el ID.4, más funcional y versátil. Según lo previsto, el ID.5 será retirado gradualmente del mercado hacia 2027.
Otro proyecto que quedó en el camino es el denominado “mini Buzz”, un monovolumen eléctrico basado en la plataforma MEB, ideado como reemplazo de la Touran. Aunque se evaluó su desarrollo, Volkswagen optó por cancelar su lanzamiento ante la falta de demanda concreta y la preferencia creciente por SUVs y crossovers. No obstante, no se descarta que el concepto pueda ser retomado por Skoda, marca hermana dentro del Grupo. La decisión también se vincula a la elevada carga de trabajo del centro de I+D de Braunschweig, que se encuentra enfocado en proyectos estratégicos, como el futuro Golf 100% eléctrico.
Con esta serie de movimientos, Volkswagen dejará atrás su apuesta por los SUV premium y redefine su hoja de ruta hacia una gama más racionalizada, adaptada a la demanda actual y a las exigencias del contexto global. La estrategia contempla una asignación más eficiente de recursos, el fortalecimiento de modelos de alto volumen y una evolución sostenida pero más lenta hacia la movilidad 100% eléctrica.