
Más allá del glamour y la tecnología actual, la mayoría al pensar en la Fórmula 1, lo primero que se nos viene a la mente es la sinfonía de los motores V10 -también por qué no de los V12 o más actuales V8-. Sin dudas es lo que identificó a la categoría durante años y sigue en el inconsciente de los fanáticos, de hecho, la propia organización suele hacer exhibiciones en pista de aquellos monoplazas como rememorando con nostalgia una época en la que no había tantas restricciones por el sonido o las emisiones. Afortunadamente, en algunos años el rugido de los 10 cilindros en V podría estar de regreso.
Así lo anticipó el mismísimo presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, quien publicó un comunicado en su cuenta de Instagram donde abordó el futuro de la Fórmula 1. “Mientras aguardamos la llegada del reglamento de 2026 sobre chasis y unidad de potencia, también debemos liderar las tendencias tecnológicas del automovilismo”, expresó. Entre sus propuestas, el dirigente emiratí es uno de los que más impulsa la idea del regreso de los motores V10, ausentes desde 2005, aunque con una actualización clave: “Deberíamos explorar diversas opciones, incluido el icónico sonido del V10 funcionando con combustible sostenible”, señaló.
No es la primera vez que el directivo habla sobre este tema que siempre genera expectativas y entusiasmo entre el público. En su mensaje, Sulayem detalló cómo planean gestionar estos cambios: “Sea cual sea la dirección elegida, debemos respaldar a los equipos y fabricantes para asegurar un control eficiente de los costos en investigación y desarrollo”. También resaltó la importancia de recuperar un motor que sigue siendo emblemático para los seguidores del deporte: “Escuchar a nuestros miembros y aficionados será siempre una prioridad, al igual que nuestro compromiso con la seguridad y la sostenibilidad del automovilismo en las próximas décadas”.
En ese sentido, la FIA busca equilibrar la esencia tradicional de la competición con la necesidad de adaptación a los nuevos tiempos. El último equipo en utilizar un motor -10 fue Toro Rosso en 2006, gracias a una exención especial. Si esta iniciativa prospera, podría ponerse a prueba si el rendimiento y la acústica de estos motores se mantienen con el uso de combustibles sustentables, es decir, no de origen fósil y que no generan emisiones contaminantes. Vale recordar que Porsche ya produce exitosamente este tipo de combustible aunque todavía a baja escala y con costos altos, pero ya demostró que es totalmente factible y plenamente funcional incluso en motores actuales con una leve adaptación.
Este guiño de la FIA hacia los fanáticos de la Fórmula 1 también puede leerse como un intento para mejorar su imagen ante las críticas y la polémica generada por las recientes sanciones a algunos pilotos por lenguaje ofensivo, haciendo que se pierda espontaneidad y todo esté excesivamente controlado por intentar ser políticamente correctos.