Llegó la fecha indicada y Volkswagen presentó esta nueva variante de la que venía mostrando algunos anticipos y generando expectativas bajo la promesa de ser el GTI más potente de la historia: efectivamente, el nuevo Golf GTI Clubsport supera ampliamente a la versión convencional y alcanza los 300 CV, ubicándose justo por debajo del Golf R con tracción integral.
Que esta nueva edición del Clubsport haya sido presentada este año no es ninguna casualidad ya que representa parte de los festejos por el 50º aniversario del hatchback más importante de la marca en Europa. Ahora con fotos oficiales sin camuflaje podemos conocer en detalle su diseño, que se destaca por incorporar un kit estético y aerodinámico específico, con el paragolpes con tomas de aire más grandes y que prescinde de las luces antiniebla de 5 puntos, faldones laterales y las llantas de aleación también específicas, que son más livianas que las del modelo de serie. Además de sutiles gráficos en la parte baja de las puertas, se nota un menor despeje al suelo, así como un prominente alerón rematando el sector trasero. Mención aparte para el sistema de escape firmado por Akrapovic (ofrecido como opcional).
Puertas adentro, parte de la base de la última actualización del Golf: toda la plancha frontal fue rediseñada y además del instrumental digital, ahora con un display de 10,25 pulgadas, se destaca especialmente la enorme pantalla táctil de 12,9” ubicada sobre la consola central para el sistema multimedia. Es la gran protagonista del renovado interior y permite acceder a un sinfín de funciones. Sin dudas su innovación más importante es la incorporación de tecnología de inteligencia Artificial y el ChatGPT integrado. Con esta mejora, los ocupantes podrán dialogar de una manera más intuitiva e interactuar con el vehículo, ya no sólo dándole órdenes simples como encender el climatizador, sino responder cualquier otra pregunta. Afortunadamente, recupera algunos mandos físicos, como las teclas del volante.
En el caso del Clubsport la ambientación deportiva está dada por los apliques en aluminio y fibra de carbono, así como la iluminación ambiental en rojo y los revestimientos en negro. Por supuesto cuenta con butacas con mayor sujeción lateral, con apoyacabezas integrados y poseen calefacción y aireación.
Mecánicamente, la fórmula era la esperable: cuenta con el conocido motor naftero 2.0 TSI llevado de 265 a 300 CV y 400 Nm de torque (vs 370 Nm del GTI normal), manteniendo la caja automática DSG de doble embrague y 7 velocidades. Puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente). También cuenta con una puesta a punto de las suspensiones, frenos y dirección exclusiva y llevada a cabo en Nürburgring, por lo que es la versión más adaptada al mítico trazado alemán. Una particularidad es que comparte la tecnología de asistencia eléctrica progresiva con Bugatti y posee un selector de modos de conducción con las opciones Eco, Comfort, Sport, Individual y Special (para circuito).
Por el momento, su precio no fue anunciado y lamentablemente, será sólo para Europa.