
Ford avanza en el desarrollo del nuevo Mustang y semana tras semanas las pruebas se intensifican. Desde hace algunos meses atrás resulta bastante habitual ver en circulación en Estados Unidos unidades de prueba con un espeso camuflaje en la carrocería, tanto de la versión Coupé como el Cabriolet. Sin embargo, la novedad es que por primera vez se alcanzó a ver –y con bastante detalle- el interior del muscle car.
Si la idea de la marca era que el exterior mantenga el estilo de la actual generación y sea más una evolución que una revolución, donde sí dará un gran salto es puertas adentro: el interior luce completamente diferente y ahora con un aire mucho más tecnológico. Con un diseño más tridimensional y el protagonismo de dos enormes pantallas unidas entre sí –tal como en los últimos productos presentados por la compañía- una para el instrumental y otra para el sistema multimedia, el Mustang dejará un poco de lado su estilo retro por una apariencia mucho más moderna en la que la conectividad tendrá un rol muy importante. Adiós a los relojes analógicos –que en realidad ya se habían despedido en su última actualización- y hola a un display de por lo menos 12,3” configurable por el conductor y que nada tiene que ver con su aspecto clásico. También se rediseñaron las salidas de aire, ahora rectangulares, ubicadas por debajo de la pantalla del sistema multimedia, y el volante, con el centro más pequeño y la base achatada. Eso sí, no faltan los revestimientos de cuero y múltiples apliques de aluminio que le aportan más refinamiento y deportividad.
Conocido internamente como Proyecto S650, donde también la nueva generación del muscle car planteará otra revolución es en su mecánica, ya que por primera vez tendrá una variante electrificada. Este dato ya está confirmado y hace algunos meses atrás trascendió algo más de información por el “descuido” de uno de los ingenieros que formó parte del proyecto. En su perfil de Linkedin, indicó como experiencia haber trabajado en el programa Mustang S650 entre julio y noviembre de 2020, más precisamente en las versiones “2.3 L4 Hybrid y 5.0L V8 Hybrid”, tal como señala su descripción.
Más allá de que resulta sencillo identificar a qué motorizaciones corresponde, vale la aclaración: el muscle car cuenta como opción de entrada de gama al motor naftero EcoBoost 2.3 de 4 cilindros en línea. Es sobre este impulsor que estará desarrollada una de las variantes híbridas, asociada a un motor eléctrico. Por el momento no hay datos sobre su potencia, la marca sólo había anticipado que ofrecerá una cifra similar a la de un V8. En este caso, el sistema sería del tipo convencional, es decir, autorrecargable como el Mondeo, no híbrido enchufable, ya que agregaría un extra de peso por sus baterías de mayor capacidad.
En segundo lugar, la filtración también hacía mención al icónico Coyote V8 de 5.0 litros, que también iría asociado a un motor eléctrico ubicado junto a la transmisión. Dentro de las posibilidades que se barajan, se habla de una inédita variante con tracción integral, que tendría mucho sentido para algunos mercados, especialmente donde la nieve forma parte del paisaje habitual. No está definido si esta opción estará acoplada al propulsor EcoBoost 2.3 o al 8 cilindros.
Con cada vez más datos e imágenes, es evidente que la presentación del nuevo Mustang se acerca: según señalan medios de prensa estadounidenses, será develado en 2023, posiblemente hacia mediados de año ya como Model Year 2024.