Nació como una respuesta de RAM a la F-150 Raptor pero dejando la vara mucho más alta para coronarse como la pick up más extrema y potente de todas, la combinación entre una 1500 Rebel y el brutal motor HEMI Hellcat: la TRX ostentó este título varios años pero el avance en la estrategia de electrificación de Stellantis la está llevando a su final al igual que a los Dodge Challenger y Charger. Con su cierre de producción previsto para fin de año, para despedirla, la firma estadounidense acaba de presentar la TRX Final Edition.
Como su nombre lo indica, se trata de una serie especial de despedida de esta versión, que se destaca por detalles exclusivos como los colores Rojo Delmonico, Azul Night Edge y Harvest Sunrise. También cuenta con llantas beadlocks en color Satin Titanium, gráficos en el capot, revestimientos específicos y butacas con el logo TRX bordado en los respaldos, así como apliques de fibra de carbono en el tablero, paneles de las puertas y el volante. Asimismo, incluye una animación especial en el instrumental y una placa numerada en la consola central.
Presentada en agosto de 2020, la RAM TRX sobresale por su imponente e intimidante estética, con un marco en color negro que se extiende por todo el frente uniendo los faros con la parrilla –con el logo de RAM estampado en el centro- y paragolpes específicos, más robustos y con un mejor ángulo de ataque. Por supuesto no faltan los ganchos para remolque y un protector de cárter. Pero lo que más llama la atención es el abultado capot: cuenta con una enorme toma de aire central –con tres luces de Led de posición- y dos salidas de aire adicionales. No son un mero detalle estético, son plenamente funcionales y ayudan a que el motor “respire” adecuadamente.
De perfil agrega pasarruedas ensanchados y protecciones de color negro que se extienden por los bajos de la carrocería. La suspensión cuenta con un mayor despeje -29,9 cm- y utiliza amortiguadores adaptativos Bilstein Blackhawk E2 cargados con nitrógeno, resortes más grandes y reforzados y eje trasero con diferencial Dana 60 con bloqueo electrónico. Mención aparte para los neumáticos Goodyear Wrangler Territory –para alto desempeño en todo tipo de terrenos, específicos para esta versión- de 35” calzados sobre llantas de 18”.
En su interior, los apliques en madera fueron reemplazados por otros símil fibra de carbono, aluminio cepillado y revestimientos con costuras en rojo. El tapizado combina cuero con alcántara y el emblema TRX bordado en los respaldos. El volante es de diseño específico y la ruleta para seleccionar las marchas fue reemplazada por una palanca convencional. Además cuenta con levas para utilizar el modo secuencial. Entre los opcionales se ofrecen butacas calefaccionadas y head up display.
Claro que lo más importante está bajo el capot: el V8 HEMI Hellcat de 6.2 litros sobrealimentado por un compresor volumétrico que lleva su potencia hasta los 702 HP y 881 Nm de torque. Se asocia a la caja automática ZF de 8 velocidades y a un sistema de tracción 4×4 con varios modos de conducción con opciones Normal, Mojado, Nieve, Off road, Baja, Arena y Rocas. Si estas cifras impresionan, más aún su performance: a pesar de ser una mole de más de 2.500 kilos, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y llegar al 1/4 de milla en 12,9 segundos.
Sólo serán construidas 4.000 unidades de esta serie especial en la planta estadounidense de Sterling Heights marcando el final de una era en la que los motores de gran cilindrada habían vuelto a ser protagonistas.
Es muy hermosa