Como muchos saben, China es hoy por hoy el mercado más “mimado” y codiciado por las automotrices, ya que concentra la mayor demanda de vehículos a nivel mundial, tanto para marcas generalistas como para fabricantes mucho más exclusivos como Porsche. Precisamente, el Gigante Asiático es el principal mercado para la firma de Stuttgart –incluso por encima de Estados Unidos y Europa-, por lo que ameritaba la creación de una edición especial celebrando además los 20 años de presencia de la compañía en el país. Así nació el 911 Turbo S Porsche China 20th Anniversary Edition, presentado en el Salón de Shanghai.
Sí, su nombre completo es larguísimo, pero indica justamente el aniversario de la compañía en China. ¿En qué se diferencia respecto al 911 Turbo S convencional? Tal como lo evidencian las fotos, los detalles más llamativos son las franjas sobre el capot delantero y el número 20 en los laterales. Asimismo, cuenta con faros con máscara oscurecida, carcasa de los espejos en negro y una paleta de cinco colores que no pasarán desapercibidos: Naranja Gulf, Azul Oslo (el de las imágenes), Rojo Rubí metalizado, Verde Menta y Violeta. En el interior, agrega emblemas con la leyenda 20 Years Porsche China Edition. Esta personalización estuvo a cargo de la división Porsche Exclusive Manufaktur.
El resto de sus características son idénticas al 911 Turbo S presentado el año pasado: está impulsado por un motor bóxer de 6 cilindros y 3.8 litros –con doble turbocompresor de geometría variable-, que desarrolla 650 CV y 800 Nm. Si bien está basado en el propulsor de la línea anterior, incorpora inyectores piezo-eléctricos como los que se utilizan en un propulsor diésel con sistema common-rail, que trabajan a mayor presión y cuenta con válvulas de descarga controladas de manera electrónica. Además de la mayor potencia, se logra así una respuesta mucho más rápida, gestionada también por la caja automática PDK de 8 marchas desarrollada específicamente para esta versión y al sistema de tracción integral Porsche Traction Management.
Así, el Turbo S puede acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 2,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 330 km/h, casi 10 km/h más que su antecesor. Claro que así como acelera también tiene que doblar y frenar. Para ello, los ingenieros de Porsche decidieron aumentar 42 mm la trocha delantera y 10 mm más en el tren trasero, rebajar el despeje de la suspensión adaptativa PASM en 10 mm, a la vez que también lo equiparon con un equipo de frenos de alto rendimiento y discos carbonocerámicos.
Todo esto acompañado de un kit estético y aerodinámico exclusivo para esta versión con el que gana no sólo una apariencia más deportiva, sino una mejor carga aerodinámica y refrigeración para su mecánica. Además de tomas de aire frontales más grandes y activas junto con los pasarruedas ensanchados, se destaca el alerón trasero que cuenta con una parte fija y otra desplegable de acuerdo a la velocidad a la que circula. Remata este sector el agresivo paragolpes con salidas de aire, difusor y dos salidas de escape ovaladas.