Para el circuito de Monza, Pirelli llevará los neumáticos PZero blancos medianos y los PZero amarillos blandos, que fueron diseñados para enfrentar la alta velocidad que presenta el camino de Monza y, de esta manera, provee muchas posibilidades de estrategias de neumáticos para los equipos. El Grand Prix de Monza es una de las carreras históricas y más esperadas del año para Pirelli. La ubicación es en las afueras, a tan solo media hora de la oficina central, al norte de Milán. Monza es uno de los caminos más rápidos dentro del calendario, alcanzando un porcentaje de velocidad en la región de 250 kph, representando, de esta manera un gran desafío tanto para los neumáticos como para los conductores y los motores.
En la sede local, en 1950, Pirelli obtuvo seis victorias, cuando el circuito era reconocido por las altas velocidades, que aún persisten y llaman la atención de los turistas. Con el correr de los años, el camino moderno fue modificado pero aún es complicado hallar la perfecta tracción en la aceleración y frenadas mientras que los equipos corren en bajas velocidades para, de esta manera, maximizar su velocidad en las rectas.
Además se presentan ciertos kerbs en las chicanas por lo que se utilizan grandes cargas laterales alrededor de los neumáticos permitiendo facilitar la adhesión dentro de las 53 vueltas en la carrera. Aunque es uno de los caminos más demandantes del año donde, debido a los cambios de velocidades el contacto con los neumáticos en las rectas puede incrementar hasta tres veces el tamaño cuando se estaciona, se estima que los corredores realicen entre dos y tres paradas en los boxes.