Antes de la presentación de la actual generación el Corvette anterior se despidió con una versión radical denominada ZR1, que desarrollaba 638 CV en lugar de los 505 CV de la Z06 que se vendió en nuestro mercado. Ahora la variante ZR1 regresa, pero mucho más picante: el motor LS5 V8 de 6.2 litros fue llevado hasta los 755 CV y 969 Nm de torque, gracias a un compresor y un sistema de inyección dual (directa e indirecta combinadas), disponible con caja manual de nada menos que 7 marchas o automática de 8 velocidades.
Obviamente, además de las mejoras en el impulsor, también se modificó notablemente la estética del Corvette, como anticipo de lo que esconde bajo el capot: el paragolpes delantero cuenta con tres enormes tomas de aire y un gran spoiler que no sólo le da un aspecto más agresivo, sino que aumenta notablemente su aerodinámica. El capot es de fibra de carbono, mientras que en la parte trasera, además de un difusor más prominente, ofrece la posibilidad de equipar dos alerones de distinto tamaño. También dispone de uno del tipo regulable, que forma parte del ZTK Performance Package que lleva a los 430 kg de carga aerodinámica, con un splitter delantero de fibra de carbono, una puesta a punto especial de la suspensión Magnetic Ride y neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2.
Por otra parte, la marca del moño ofrece además el Sebring Orange Desing Package, con una serie de detalles pintados en ese color, como los cálipers de freno, la costura de las butacas o los cinturones de seguridad.
Chevrolet no difundió aún más datos sobre sus prestaciones, sólo su velocidad máxima: 337 km/h, que lo convierten en el Vette más veloz de la historia. Su presentación ante el público está prevista para el Salón de Los Angeles.