
Matías Rossi nació en en Del Viso, que compitió en diferentes categorías, destacándose principalmente en las cuatro principales categorías del automovilismo argentino: Turismo Carretera, TC 2000 (hoy Súper TC 2000), Top Race y Turismo Nacional. Conquistó 7 títulos a nivel nacional, proclamándose campeón en las categorías Fórmula Súper Renault, TC 2000 y Súper TC 2000, Turismo Carretera y Turismo Nacional.
En el año 2014 obtuvo su primer doble corona a nivel nacional, al consagrarse por primera vez en las categorías Turismo Carretera y Turismo Nacional. En TN se consagraría en la clase mayor, al conquistar el título al comando de un Citroën C4 del equipo oficial Citroën Boero Carrera Pro, dándole a la vez el primer título a la marca francesa en el automovilismo nacional.
Relajado y lejos de las pistas (aunque no por mucho tiempo), el flamante campeón de TN clase 3 habla desde Punta del Este:
¿Cómo nace tu pasión por los autos?
Nace de muy chico. Siempre fui muy deportista y muy competitivo. Mi papá es ingeniero mecánico y yo, con sólo 4 años, lo acompañaba cuando iba a prepararle el karting a mi tío. De chico también jugaba al fútbol, y bastante bien (risas). No vengo de una familia tradicionalmente fierrera, pero desde muy chico mamé el taller.
¿Cuál fue la primera carrera?
De la primera carrera nadie se olvida. Fue en Ciudad Evita, tenía 11 años y recuerdo que la corrí con botines de fútbol puestos. Lejos de comprar los guantes, las botitas o el mejor casco desde la primer carrera, mi padre me dijo «si te gusta, hacelo con lo que hay». Salí último, pero es un muy lindo recuerdo.
¿Cuáles fueron los primeros consejos de tu padre que te acompaña desde siempre?
Yo recuerdo muy bien el primer consejo, que en realidad fue una pregunta, porque me preguntó si realmente quería hacer esto y, de ser así, que lo haga con responsabilidad. Aunque yo era chico, entendí perfectamente que no podía hacer de esto un simple pasatiempo porque económicamente le costaba mucho a mi familia que yo corra.
Me comentaron que de chico eras muy bravo, peleador.
Jajajaja… es verdad. Te voy a compartir una anécdota que nunca conté: tenía 13 años y corría en una categoría junior. Una carrera en Tigre yo iba a largar primero (había una velocidad determinada para la largada) y, luego de dos vueltas previas, sacan la bandera roja y el comisario deportivo se acercó para comunicarme que venía excedido de velocidad que iba a tener que largar último (¡eran 30 kartings!). Yo me re calenté, tiré el karting a un costado, me fui caminando a la primer curva y llené toda la pista con la piedras que estaban al costado (las que se usan para frenar a los kartings cuando se van de pista). Las barbaridades que dije no te las puedo contar ahora. De chico no sabía contralarme. Era muy calentón.
¿Qué es lo que hizo cambiar a ese chico calentón para convertirse en este piloto profesional?
Uno va creciendo y va viendo qué es lo que necesita, porque no es sólo andar rápido. Primero hay que entender que es una competencia, que hay normas que respetar. Después uno se hace profesional, representamos a marcas de primer nivel y tenemos que hacer las cosas bien.
¿En qué momento asumiste la carrera profesional que estabas eligiendo?
A los 20 años cuando cobré mi primer sueldo. La verdad es que soy un privilegiado porque puedo trabajar de lo que me apasiona. Es algo que entendí de chico en esa charla que tuve con mi padre.
¿Cómo te preparás físicamente hoy en día?
Los lunes religiosamente no hago nada. Lo aprovecho para estar en familia porque yo me voy de casa de jueves a domingo para cada carrera. Entreno martes y miércoles. Salgo a correr y hago mucha bicicleta porque siento que es lo que más me sirve. Si bien manejar un auto de carrera te exige mucho muscularmente, lo que más te desgasta es el calor.
¿y cómo te preparás mentalmente?
En ese sentido no tengo muchos secretos. Trato de no alterar los momentos de la puesta a punto y me concentro en la carrera.
¿Quién maneja hoy tu carrera?
La manejo yo, pero entiendo perfectamente que yo sólo no gano las carreras. El piloto sería como el goleador en un equipo de fútbol. Uno es el que hace los goles pero para eso se necesita un equipo que te tire los centros, un director técnico que te diga dónde pararte, un chofer que te lleva a la cancha y hasta alguien que te prepare la comida. Por eso le doy mucha importancia a los que me rodean. Trato de rodearme de un equipo capaz y que además sea buena gente.
¿Cómo es tu relación con Carlos Piaggentini (Director Técnico del equipo)?
Es muy buena. Al Flaco (así le decimos), lo conozco hace poco más de dos años. Es un gran profesional. Una persona con la que da gusto trabajar porque me identifico con él en muchos aspectos porque es de escuchar y de estar siempre abierto a mejorar. Porque en el automovilismo hay muchos que «se las saben todas» y no dan lugar a la autocrítica.
¿Qué representó para vos este año 2014 en el que lograste dos títulos?
Significó cumplir el objetivo que nos habíamos propuesto con todo lo que ello significa. En un año ganar un título es muy difícil, dos ya es mucho y ganar tres sería mi sueño.
¿Qué significó para vos que una marca como Citroën se haya fijado en vos?
Fue muy lindo que me hayan buscado y es una gran satisfacción seguir representándola. Es una marca de elite y siento que hay que estar a la altura de lo que significa. Es una linda presión que exige esfuerzo, trabajo y responsabilidad.
¿Cómo es tu relación con Pechito López, también campeón con Citroën?
Nos conocemos desde los 14 años porque corríamos campeonatos argentinos de karting. Tengo una muy buena relación con Pecho, nos tenemos una estima mutua en lo profesional… y es un pilotazo, un fenómeno. Cuando Citroën le dio el mejor auto del WTCC yo no tenía duda que Pechito lo iba a aprovechar y así fue porque hoy es el piloto más importante de autos de turismo del mundo.
¿Cómo te describirías a vos mismo como piloto?
Rápido, es lo primero que se necesita ser. Soy muy autocrítico y trato de aprender día a día. Le doy valor a la gente con la que trabajo. El automovilismo es un deporte de mucho riesgo ¿le tenés miedo a la muerte? Miedo no, pero asumo el riesgo de esta actividad porque es lo que me apasiona. Mi mamá sufre mucho con mis carreras, pero yo le digo siempre que si alguna vez me pasara algo, que sepa que fue haciendo lo que más me gusta.
¿Qué sentís en el inicio de cada carrera cuando la luz pasa de rojo a verde?
Es el momento de más explosión del fin de semana. Para ese momento siempre intento que no me invadan las ilusiones, porque hay que ser muy frío para que todo vaya bien en la largada. Es un instante de mucha concentración en el que me tengo que poner en «Modo Robot» porque cualquier emoción me puede llevar a cometer un error.
Ahora vamos al otro extremo: ¿qué sentís en el final de cada carrera cuando cae la bandera a cuadros?
Ahí sí es un momento de mucha emoción en el que me acuerdo de todo el equipo.
¿Creés en la suerte?
Hay algunas situaciones de las carreras en las que puede aparecer la suerte, pero en el automovilismo no podemos esperar «tener suerte» porque hay mucho trabajo de fondo en cada carrera.
¿Tenés cábalas?
No, ninguna. Es como dice el dicho: «cuanto más trabajo, más suerte tengo.»
¿Pudiste conocer a Fangio? ¿Quiénes son tus ídolos en el automovilismo?
Lamentablemente no. Hoy podría decirte que mis ídolos de la infancia son Ayrton Senna y Juan María Traverso porque son los que llegué a ver. Justamente recuerdo que el flaco decía que antes los corredores eran más valientes ¡y es verdad! Hoy los autos y las pistas son muy seguras y aun así hay accidentes, veo imágenes de Fangio con su casquito y me despierta aún más admiración.
¿Tu circuito favorito?
Potrero de los Funes, sin dudas. Es muy técnico porque hay que ser extremadamente preciso durante los 6km de recorrido que tiene la pista.
Has recorrido miles de kilómetros en las pistas ¿cuál es la huella que quiere dejar Matías Rossi?
Me encantaría que me recuerden como un deportista leal que siempre deja todo, y también que me recuerden como una buena persona.
HOLA SRES. DE 16 VÁLVULAS, QUE PILOTAZO ES ROSSI, ME ENCANTA COMO MANEJA. UN ABRAZO Y GRACIAS. GABY. GARDONI.