Además de desarrollar nuevas tecnologías para sus vehículos y soluciones de movilidad inteligente, Ford también trabaja constantemente en mejorar la seguridad y condiciones de trabajo de sus operarios en las líneas de montaje. En ese sentido, la firma estadounidense se convirtió en la primera automotriz en incorporar exoesqueletos como equipo de protección para sus empleados.
Estos exoesqueletos, fabricados con titanio y fibra de carbono, permiten a los trabajadores levantar, mover o cargar cualquier pieza o artefacto que pese más de tres kilos cuando están de pie en una postura forzada. Además permiten manejar este tipo de objetos de una manera más simple.
Con un aspecto futurista, el exoesqueleto supone un importante refuerzo para los hombros y la espalda de quien lo utiliza, trasladando el peso hacia las caderas y reduciendo el riesgo de lesiones laborales, al minimizar la tensión y el esfuerzo de movimientos repetitivos que pueden pasar factura al cuerpo a lo largo del tiempo. Justamente, los desórdenes musculoesqueléticos suponen más de la mitad de las enfermedades laborales en Europa.
“Trabajar en la línea de montaje requiere conocimientos, habilidad, y puede resultar físicamente exigente. Puede que parezca que los exoesqueletos son algo salido de una película de ciencia ficción, pero pueden ayudar a reducir el estrés en nuestros empleados y facilitar la ejecución de trabajos físicamente exigentes”, señaló al respecto Dale Wishnousky, Vicepresidente de Fabricación de Ford Europa.
La primera planta en implementar este dispositivo es la de Valencia, donde se producen el Kuga y S-Max que llegan a nuestro mercado y el Mondeo (para el mercado europeo). La idea es ir introduciendo su utilización en el resto de las fábricas paulatinamente.
Para su desarrollo, colaboraron aproximadamente 200 trabajadores de la planta, contando cómo uno de estos trajes podría mejorar su labor diaria. Después se seleccionaron 100 empleados, quienes pudieron trabajar codo a codo con los diseñadores de los exoesqueletos. Este proyecto forma parte de las inversiones de la marca para convertirse en una empresa 4.0, tal como se denomina a una cuarta revolución industrial, caracterizada por la utilización de tecnologías de automatización, intercambio de datos y fabricación.
De acuerdo con los datos suministrados por la automotriz norteamericana, el desarrollo e implementación de soluciones de este tipo permitieron reducir en un 90% los problemas ergonómicos de sus operarios.
Aplausos para Ford