En los últimos meses, comenzó a observarse una nueva tendencia, distinta a la que venía dándose hasta ahora en cuanto al ciclo comercial de un vehículo en Europa: debido a la postergación en la implementación de las normativas Euro VI y a las grandes inversiones que requieren el desarrollo y producción de vehículos eléctricos, muchas automotrices empezaron a optar por alargar el ciclo de vida de sus productos. Es decir, modelos que normalmente serían reemplazados por una nueva generación a los cuatro o seis años, se mantendrán vigentes –con una o dos actualizaciones mediante- hasta 8 años.
Aunque en nuestra región es algo habitual y ejemplos sobran –como la Peugeot Partner, Chevrolet S-10, Volkswagen Amarok, etc.-, en el Viejo Continente, la renovación era mucho más rápida. Justamente, una de las que ahora apuesta por esta nueva estrategia es Volkswagen, que estirará la vida del Golf VII y Polo hasta 2030, modelos a los que ahora se sumará la T-Cross, también hasta finales de la década.
Así lo anticipan medios de prensa europeos, que señalan que esta estrategia les permitirá responder a la importante demanda que siguen teniendo los vehículos con motor de combustión, sin tener que destinar grandes recursos al desarrollo de una nueva generación, sino concentrarlos en la gama 100% eléctrica, que sí será el futuro de la compañía, aunque con una transición más lenta de la esperada.
De esta manera, el T-Cross cuya discontinuación estaba prevista inicialmente para 2026, recibirá ese año una nueva e importante actualización para poder llegar en buenas condiciones hasta el final de la década, lo que hará además, que conviva en simultáneo con su equivalente 100% eléctrico, el ID.2X, que debería llegar poco tiempo después del hatchback ID.2.
Cabe aclarar que esto será para el Viejo Continente. En nuestra región es muy probable que el B-SUV se mantenga casi tal como lo conocemos por mucho tiempo más ya que esta semana fue presentado en Brasil su facelift, con algunos retoques estéticos en su exterior y una nueva plancha frontal en el interior, manteniendo las conocidas motorizaciones 1.0 TSI de 95 y 115 CV, así como el 1.4 TSI de 150 CV que se comercializa en el país vecino, pero que no llega a Argentina. La actualización del T-Cross debería arribar a nuestro mercado en los próximos meses.