En 1934 la entonces pujante Chrysler presentó el Airflow, un vehículo completamente revolucionario para la época, con un inédito diseño aerodinámico, una suspensión más elaborada y una distribución de peso que lograba un comportamiento muy superior a cualquier otro auto de aquellos años. Fue un adelantado, pero esa misma innovación fue la que terminó jugándole en contra y que sólo haya sido fabricado hasta 1937 por sus escasas ventas. 88 años después, la firma estadounidense revive esta histórica denominación para un vehículo que representará su futuro y definirá su supervivencia.
El Chrysler Airflow Concept fue presentado en el CES 2022 y anticipa un crossover 100% eléctrico que representará una nueva era para la compañía, ya que, bajo el paraguas de Stellantis, será reconvertida a la electrificación total para 2028, a la espera de una mejora en sus resultados financieros.
A decir verdad, de aquel modelo de los años 30 no tiene ningún rasgo ya que está lejos de una estética retro, sólo mantiene su esencia innovadora: a mitad de camino entre una berlina y un SUV, adelanta el estilo que tendrán los próximos productos de la marca, moderno pero sobre todo elegante, con un porte bastante considerable con el que impone su presencia. En el sector frontal se destacan los finos faros de Led y la parrilla iluminada, con el logo de Chrysler más estilizado. Por debajo, los faros antiniebla y una pequeña toma de aire. En su aspecto se destacan las superficies limpias, sólo con algunas líneas de tensión para marcar robustez, más las infaltables protecciones en los pasarruedas y los bajos de la carrocería junto con las enormes llantas de aleación de 22”. Como en muchos vehículos actuales, cuenta con el techo “flotante” de color negro y una línea de cintura bastante alta que lo asemeja a un SUV.
Puertas adentro también transmite esa sensación de modernidad y elegancia. El tablero está formado por varias pantallas desde las que se acceden a todas las funciones del vehículo, destacándose la del sistema de infoentretenimiento –que sobresale del conjunto-. De acuerdo a la marca, cuenta con la nueva arquitectura eléctrica STLA Brain y de software STLA SmartCockpit que integra todo tipo de funciones de conectividad, entretenimiento, aplicaciones, descargas y hasta una cámara que permite a los ocupantes realizar una videoconferencia a bordo. También es compatible con actualizaciones remotas y otros servicios conectados pagos.
Por el momento, desde la compañía no brindaron muchos detalles técnicos: no se sabe qué plataforma utiliza, aunque estimamos que es la STLA Medium o Large. En cuanto a su mecánica, posee dos motores eléctricos de 201 CV cada uno, con una potencia total de 402 CV transmitida a las cuatro ruedas. Tampoco hay información sobre sus baterías, pero desde Chrysler aseguran que podrán ofrecer entre 560 y 640 kilómetros de autonomía.
A pesar de que por sus características parecería estar próximo a entrar en producción, la versión definitiva recién sería presentada en 2025, coincidiendo con los 100 años de Chrysler. Por el bien de una marca tan tradicional y con tanta historia, esperemos que el nuevo Airflow pueda reivindicar al original y sea el comienzo de una etapa de mejores resultados.