Más allá de que la gran novedad de Jeep para este año será el Commander –cuya presentación está prevista para el 26 de agosto-, la marca prepara varias novedades más, como la renovación de los motores del Renegade y por supuesto, uno de sus productos más tradicionales, el nuevo Grand Cherokee. Hace unos días atrás había sido fotografiada una unidad de pruebas de la inédita variante L –de siete plazas- circulando completamente sin camuflaje y ahora también fue retratada en Brasil una unidad de la versión convencional de 5 plazas.
En este caso, el Grand Cherokee fue avistado por la web Autos Segredos en cercanías de la planta de Betim (Minas Gerais) y lucía un espeso camuflaje en su carrocería. Sin embargo, debido a las diferencias estéticas con respecto a la versión L fue posible identificarlo: las variantes de 5 plazas cuentan con un paragolpes delantero de diseño específico, mientras que de perfil –además de su menor longitud- se destaca una mayor inclinación del pilar C, mucho más vertical en la opción de 7 plazas.
La nueva generación del SUV mediano evidencia a nivel estético una clara inspiración en la Grand Wagoneer, la nueva nave insignia de la firma de las siete barras. Los principales rasgos que identifican a la Grand Cherokee se mantienen, como la clásica parrilla –con distintas terminaciones según la versión-, faros de Led más finos y su silueta. Observándola más detenidamente empiezan a aparecer las novedades: la línea de cintura es algo más baja, ampliando la superficie vidriada en los laterales, cuenta con un aplique cromado que se extiende hasta la luneta trasera como en el Compass y las superficies son más limpias, sin recurrir a trazos excesivamente marcados y angulosos. Con todo esto, su imagen conserva parte de su apariencia clásica pero con un nivel mayor de sofisticación y refinamiento.
Puertas adentro, el salto tecnológico, de diseño y calidad de materiales impresiona: el tablero cuenta con un estilo más tridimensional, nuevos y trabajados revestimientos de cuero, madera y aluminio, tapizados bitono y un despliegue de equipamiento a la altura de las circunstancias. Se destaca el instrumental 100% digital con display de 10,3” configurable por el conductor, la nueva pantalla táctil de 10,1” del sistema multimedia Uconnect, compatible con Android Auto y Apple CarPlay, que agrega además WiFi. El volante también es nuevo y la tradicional selectora fue reemplazada por un comando circular. La dotación tecnológica se completa con hasta 12 puertos USB, cámaras con visión de 360º, control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril y detector de señales de tránsito, entre otros ítems. Inicialmente, en Estados Unidos la gama está compuesta por cuatro versiones: Laredo, Limited, Overland y Summit, a las que más adelante se sumarán las variantes deportivas.
Mecánicamente, no habrá novedades en una primera etapa, manteniendo el conocido motor naftero Pentastar V6 de 3.6 litros de 280 CV y el HEMI V8 de 5.7 litros, de 362 CV. En ambos casos se asocian a una caja automática con convertidor de par de 8 velocidades y a tres sistemas de tracción integral disponibles, Quadratrac I, Quadratrac II y Quadra-Drive II, este último con sistema de suspensión neumática opcional.
Curiosamente, según nuestros colegas, llegará primero la versión L –a principios o mediados de 2022-, mientras que esta variante “corta” arribará hacia fin de año o incluso en 2023.
que bueno que bueno! grand Cherokee de lo mejor en jeep!