BMW avanza con el desarrollo del revolucionario iX, su SUV que se convertirá en la nave insignia de la marca en cuanto a tecnología y que hará debutar la última generación de la plataforma para vehículos eléctricos eDrive. Luego de presentar el modelo casi definitivo hace algunas semanas atrás, la firma de Munich informó que finalizó las últimas pruebas de invierno en zonas cercanas al Círculo Polar Ártico, bajo condiciones climáticas extremas.
La realización de estos ensayos es clave ya que deben comprobarse el correcto funcionamiento de las baterías y los diferentes sistemas del vehículo en temperaturas bajo cero, una situación crítica para estos componentes. De acuerdo al comunicado oficial, los ingenieros evalúan sobre todo la interacción entre los sistemas de propulsión y suspensión en superficies con un coeficiente de fricción bajo. Las pistas no aseguradas, caminos repletos de nieve y superficies heladas ofrecen las condiciones ideales para coordinar con precisión la tecnología de control del motor, la tracción integral eléctrica y los sistemas de control de suspensión hasta los límites de la dinámica del vehículo, tanto longitudinal como lateralmente.
Las baterías y dispositivos electrónicos deben demostrar su funcionalidad y confiabilidad rodando miles de kilómetros en la Laponia finlandesa y en el Cabo Norte, en la isla noruega de Mageroya. Asimismo, las pantallas que informan del nivel de carga, la autonomía y el estado de funcionamiento, así como el sistema de gestión del calor –que garantiza constantemente la temperatura óptima de funcionamiento del sistema de accionamiento y las baterías-, demuestran su resistencia a temperaturas realmente extremas.
Por otra parte, también se realiza el ajuste final del sistema inteligente de tracción integral xDrive y el ajuste adaptativo del momento de derrape específico del eje (yaw). El objetivo es conseguir un consumo de energía combinado extremadamente bajo –de menos de 21 kWh/100 km- y una autonomía de más de 600 kilómetros según el ciclo WLTP, pero manteniendo la dinámica de conducción típica de un BMW. En estas pruebas, los prototipos del iX son exigidos a un nivel mucho más alto que los modelos de producción soportarán durante todo su ciclo de vida, garantizando la máxima confiabilidad para cuando sea fabricado en serie.
El iX está impulsado dos motores eléctricos que entregan una potencia combinada de 500 CV (370 kW), alimentados por una batería de iones de litio de 100 kWh de capacidad, que podrá recargarse con un sistema de carga rápida de hasta 200 kW, lo que le permitirá reabastecerse hasta en un 80% en 40 minutos o conseguir una autonomía de 120 kilómetros en apenas 10 minutos. Su llegada a los concesionarios está prevista para finales de 2021.