La fusión entre el Grupo PSA y el Grupo FCA fue una de las novedades de la última parte del 2019 más importantes de la industria automotriz, una alianza que convertirá a ambas compañías en el cuatro fabricante a nivel mundial y que todavía tiene muchos aspectos a definir, entre los cuales por supuesto está el futuro de su gama. La sorpresa la dio Mike Manley, CEO de FCA que anunció que el consorcio ítalo-americano dejará de lado el desarrollo de su gama de autos chicos, entre ellos el Fiat 500, algo que ya se rumoreaba desde hace algunos meses atrás y en concordancia con la decisión de sus pares franceses que tampoco renovarán al Peugeot 108/Citroën C1.
Este replanteo surgió justo cuando la marca italiana ultima los detalles de la nueva generación de su exitoso Cinquecento, que será 100% eléctrico y será presentado en 2021. Sin embargo, los futuros desarrollos derivados del citycar, serán detenidos. Esta noticia también supone la despedida del Panda, al menos tal como lo conocemos: de no reconvertirse a un crossover o SUV 100% eléctrico, también podría ser discontinuado al final del ciclo comercial de la actual generación. El panorama es aún menos alentador para Lancia, recluida sólo al mercado italiano y sin planes de renovación para el Ypsilon basado en el Fiat 500 actual.
El motivo de retirarse del segmento A, como también lo están haciendo otras automotrices como Volkswagen se debe, sobre todo, a su baja rentabilidad: el desarrollo de plataformas y vehículos de esta categoría no es redituable y con las normativas de consumos y emisiones cada vez más estrictas, su costo se eleva aún más, por lo que se espera que terminen siendo reemplazados por los hatchbacks y SUV’s del segmento B.
En contraste, esto último abre las puertas para el regreso de Fiat al segmento B en Europa luego de la discontinuación del exitoso pero avejentado Punto. Según medios de prensa del Viejo Continente, la firma italiana podría utilizar la plataforma CMP –y su derivada eCMP- para volver a tener presencia en la categoría y revivir alguna denominación histórica.
Las automotrices deciden dejar de hacer autos de cortos segmentos aún teniendo clientes. O sea, te venden lo que ellos quieren. No te dejan elegir. Te imponen esos SUV falsos y si querías un auto urbano y estilo, no. Anda y comprá un segmento B que mide 4 metros.