Los vehículos chinos siguen dando que hablar y ya se está dando que gran parte de las novedades de carácter global los tienen como protagonistas. En ese sentido, una de las presentaciones más esperadas era la de la BYD Shark, una nueva pick up mediana que además venía generando grandes expectativas por su mecánica híbrida enchufable que la convierten –con creces- en la más potente de su categoría, con nada menos que 430 CV en su configuración final.
Con el objetivo de competir contra las camionetas más tradicionales como la Toyota Hilux, Ford Ranger o Nissan Frontier/Navara, BYD busca diferenciarse y dar el salto con su apuesta por la electrificación, así como también por dimensiones, siendo una de las más grandes del segmento: mide 5.457 mm de largo, 1.971 mm de ancho, 1.925 mm de alto y posee una distancia entre ejes de 3.260 mm. La capacidad de carga no es tan generosa como sus rivales, soportando apenas 835 kilos frente a los más de 1.000 del resto.
Desarrollada sobre la plataforma DMO, un chasis de largueros tradicional en el que las baterías se colocan en el centro, justo por debajo de la cabina, efectivamente, los rumores eran ciertos y la Shark combina un motor naftero 1.5 turbo de alrededor de 183 CV con dos motores eléctricos –ubicados uno en cada eje- para entregar más de 430 CV. Si bien son menos que los 480 CV de los que se venía hablando, se sabe que tiene un gran margen de mejora ya que este mismo sistema es utilizado por el BYD Leopard 5, un SUV que llega hasta los 687 CV. La batería, cuya capacidad no fue revelada pero se estima que es de unos 31,8 kWh, le permite recorrer nada menos que 100 kilómetros. Trabajando en conjunto con el motor de combustión, la autonomía llega hasta los 840 kilómetros, según el ciclo NEDC. Tampoco descuida la performance, prometiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos.
A nivel de diseño, las fotos que se conocen hasta ahora de la pick up anticipan un diseño que busca transmitir robustez y agresividad, con trazos rectos bien marcados y formas cuadradas, pero también con un detalle muy particular: es evidente el parecido con la F-150 en el sector frontal, especialmente por el diseño de los faros y la firma luminosa en forma de C. También el remate posterior es muy parecido al de la pick up de la Serie F de Ford, una estrategia muy habitual de firmas asiáticas la de copiar a productos occidentales. El resultado es un aspecto que impone presencia y parece una “mini F-150”, más incluso que una Ranger.
Donde tiene identidad propia es en el interior, donde el protagonismo se lo llevan las dos enormes pantallas que se destacan sobre la plancha frontal. Una de 10,25 pulgadas para el instrumental y otra de 12,8 pulgadas para el sistema multimedia. Por debajo se ubican las salidas de aire y una serie de comandos para la transmisión y otras funciones del vehículo, todo con un estilo muy robusto y con un aire norteamericano. También sobresale por su equipamiento –especialmente en seguridad- con cámara con visión de 360º, cargador inalámbrico, head-up display, 6 airbags, control de tracción, control de estabilidad, frenado autónomo de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo y asistente de mantenimiento de carril, entre otros ítems.
Tras su presentación en México, donde será lanzada en las próximas semanas, su llegada a Brasil está prevista para antes de fin de año. Por ahora y al aún no tener representante oficial en Argentina, no arribará a nuestro país.
Lo mejor de todo es que los japoneses se van a tener que poner a trabajar muy fuerte.