
Mientras que en nuestro país la situación es radical y preocupantemente distinta, con la mayoría de las automotrices suspendiendo de manera parcial la producción por la caída en las ventas, en Brasil la recuperación económica y la estrategia de las marcas favorece la introducción de nuevos productos. Este es el caso de Volkswagen, que pausó la producción de la planta de Anchieta (Sao Bernardo do Campo), no por una cuestión de baja en la demanda, sino para adaptarla a la fabricación de la variante crossover del Polo y aumentar su capacidad.
Según medios de prensa del país vecino, el complejo industrial estará paralizado por los próximos 12 días para preparar la llegada de este nuevo producto, que llevaría la letra “T” delante de su denominación como ya sucede con otros crossovers y SUV’s de la marca, como el T-Cross.
Por el momento no se sabe demasiado acerca de él, sólo que se trataría de una variante con estética aventurera derivada del Polo y que se posicionaría por debajo del T-Cross, para rivalizar con la futura variante de este tipo del Fiat Argo, el Toyota Yaris X-Way o el Honda WR-V, entre otros.
Tampoco hay teasers o anticipos oficiales que permitan conocer sus características de diseño, pero los medios locales estiman que los cambios con respecto al Polo serían bastante notables considerando el período de adaptación y modificaciones que están siendo llevadas a cabo en la planta.
Mecánicamente, sí mantendría las similitudes con el hatchback, ya que también estará desarrollado bajo la plataforma MQB-A0 y compartirá su motorización 1.0 TSI Flex de 116 CV –cuando se utiliza con nafta- o 128 CV –cuando se utiliza etanol- para el mercado brasileño. De llegar a nuestro país, es probable que sólo se ofrezca con el conocido 1.6 MSI de 110 CV.