
Son tiempos de transición y cambios para Audi, tanto para su gama más convencional de berlinas y SUV’s, como para sus deportivos. Así como el TT celebra sus 25º años con la Iconic Edition que a la vez representa el comienzo de su despedida, lo mismo sucede con el superdeportivo R8, que atraviesa la parte final de su ciclo comercial antes de su electrificación total y para ser recordado por todo lo alto, la firma de Ingolstadt presentó la nueva serie GT RWD, la más potente de la gama con tracción trasera.
Estéticamente, se destaca por su impronta mucho más agresiva, basada en la versión V10 Performance RWD a lo que agrega llantas de aleación forjadas de 20” y un kit aerodinámico específico, con splitter frontal, aletines en los extremos del paragolpes y en los laterales, el alerón trasero, faldones y el enorme difusor trasero, todo en fibra de carbono a la vista, que contrastan con los llamativos tonos de su carrocería (Rojo Tango, Gris Daytona y el Gris Suzuka, opcional).
Puertas adentro, la ambientación más radical está dada por los revestimientos en cuero/alcántara, materiales presentes también en el aro del volante con un anillo rojo en el centro y las costuras, también en color rojo junto con numerosos apliques en aluminio y fibra de carbono. Agrega además emblemas GT en las alfombras, butacas de competición tipo baquets con cinturones de seguridad de color rojo.
Más allá de cuestiones de diseño, lo más interesante está bajo el capot: cuenta con el conocido motor V10 5.2 TFSI de origen Lamborghini, pero en este caso con mejoras que permiten llevar su potencia hasta los 620 CV y 565 Nm de torque, poniéndose por encima de los 570 CV del Performance quattro. La transmisión corre por cuenta de la caja automática S-Tronic de doble embrague y 7 velocidades, con tracción exclusivamente al eje trasero como señalamos anteriormente. Con esta configuración, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcanzar los 320 km/h de velocidad máxima.
Otros ajustes importantes de esta serie especial son el control de estabilidad con 7 configuraciones diferentes que se puede setear desde el volante y los frenos carbocerámicos provistos de serie, 20 kilos más livianos que los que utilizan las versiones convencionales.
Según la marca alemana, serán construidas sólo 333 unidades en Europa y posiblemente esta sea la última edición especial con tracción trasera. Se sabe que el R8 tendrá continuidad a futuro, pero ya no como lo conocemos, sino reconvertido a un superdeportivo 100% eléctrico que compartirá plataforma y componentes con Porsche, como la arquitectura SSP Sport que será introducida en la próxima generación del Taycan y del e-tron GT.